Los vinos espumosos no suelen ser tan populares como el tinto y el blanco, pero seguramente en más de una ocasión has optado por servirlos para algún brindis o incluso para acompañar cierto tipo de alimentos, por ello, es importante que también sepas elegir el tipo de copa para estos vinos.
Las copas en las que se sirve este tipo de vino suelen ser más alargadas, esto permite que las burbujas perduren por más tiempo; aunque en ocasiones se sirvan en copas más anchas como la Pompadour (la que podemos ver en The Great Gatsby), yo te recomiendo evitarlo, pues al tener una superficie más ancha, las burbujas se evaporan más rápido. Además, una boca más estrecha en la copa, te permitirá apreciar los aromas y apuntará el líquido al centro de la lengua, lo que ayudará a reducir la sensación de acidez.
Las copas que te sugiero utilizar son:
- Flauta: Su forma larga y estrecha permite conservar muy bien la espuma y la temperatura, su diseño está pensado para mantener las burbujas reduciendo el área de la superficie.
- Tulipán: Es una mezcla entre la Pompadour y la Flauta, pues tiene una boca estrecha para conservar los aromas y las burbujas, ensanchándose en la base para permitir que el vino se exprese en un área mayor sin perder su temperatura.
Recuerda servir el vino espumoso a una temperatura entre 8° y 12° C.